Mittwoch, 22. Februar 2012

20 de febrero, Playa del Carmen, Colonia Bellavista


La colonia Bellavista es un asentamiento que no esta lejos de Playa del Carmen. Más este pequeño lugar tiene poco que ver con la floreciente zona turística de esta ciudad. Se ven instalaciones miserables, con casas sucias y ventanas sin vidrios, calles en mal estado flanqueadas por escombros. Nuestro lugar de acción es la parroquia de Corpus Christi. A nuestra llegada ya esperaban muchos pacientes sentados en filas de sillas a la sombra de árboles.  Los voluntarios de la comunidad han organizado todo perfectamente. De la iglesia se han sacado las sillas ye improvisado pequeños cubículos para los médicos, separados por sábanas que cuelgan de cuerdas. Los pacientes son llamados uno por uno. Jóvenes reparten galletas y bebidas.

Entre la gente que esperan me llama la atención una mujer de mediana edad. Cuatro niños pequeños juegan frente a ella en el suelo. ¿Sus nietos? La abordo. Se llama Ma. Ofelia Moreno, tiene 51 años y ayuda como catequista en la comunidad. Los pequeños que ha traído, dos niñas y dos niños son de sus familiares. Los padres trabajan en Playa del Carmen y no tienen tiempo para visitas médicas. Ma. Ofelia siempre les ayuda cuando puede. Trajo consigo desayuno para los niños y antes de darles un refresco, comprueba que no este demasiado frío. El médico sólo tiene que ver a Angelito, de cinco años de edad, que padece un dolor en el cuello y presenta fiebre. La espera es larga. Le pregunto a Ma. Ofelia por las condiciones de vida en la comunidad. Ella me cuenta que aquí viven muchas personas que junto con sus familiares han dejado su pueblo para buscar trabajo en Playa del Carmen. Trabajan en algún hotel o restaurant como bodegueros, ayudantes de limpieza, camareras o veladores. Muchos de los que llegan no encuentran empleo y pierden la esperanza de salir adelante. María Ofelia me cuenta que el alcoholismo es un gran problema. Pero también quien trabaja duro apenas puede subsistir. Los recursos no alcanzan para un seguro contra enfermedades y no tienen los medios para consultar a un médico. La mayoría de las veces, ambos padres tienen que trabajar para sacar adelante a su familia. Los niños son los que se ven más afectados. María Ofelia me explica que aquí, muchos de estos niños no asisten a la escuela.  Durante el día están a merced de sus propias fuerzas, pues faltan lugares adecuados para su cuidado y protección. El estado de pobreza en el que se desarrollan solo será superado con una educación adecuada.

‘Los de la comunidad intentamos ayudar’ me cuenta María Ofelia. Es muy importante identificar qué familias necesitan apoyo y dónde están los niños más descuidados.

Todavía pasa un rato hasta que llega el turno de Angelito y Ma. Ofelia. La enfermera Stephanie Lindner le pregunta sobre los malestares del pequeño y manda al niño con la doctora Shanti Lokhande quien trabaja con nosotros como pediatra. Shanti lo explora a fondo, escucha su corazón y pulmones y revisa su cuello. Le prescribe una ungüento de eucalipto que María Ofelia recoge con Maeve Kirwan. Junto con otros dos miembros del equipo, Maeve administra nuestra farmacia, reparte medicamentos y explica, una vez más a los pacientes, la dosificación indicada.  Seguramente que Angelito pronto estará mejor.

En este primer día de nuestra estancia, hemos atendido a alrededor de 530 pacientes. Fue muy conmovedor ver con cuanto interés y alegría nos apoyaron los voluntarios de la comunidad. La colonia Bella Vista no es una hermosa localidad, más estas gentes trabajaron con una sonrisa que nunca olvidaremos.

1 Kommentar:

  1. Me ha tocado estar en Mexico, y es un país muy completo, que tiene muchas posibilidades para hacer y recorrer. Si uno quiere ir a un sitio con bellas playas, uno de esos lugares es playa del carmen, asi también como esta Acapulco. Ambos sitios cuentan con destinos con playas únicas para tomar sol

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