Guadalupe Briceño Zozaya no tiene seguro
de gastos médicos. Visitas médicas y medicinas debe pagarlas ella misma. Esta
mujer, con 52 años, tiene muchos
problemas de salud como hipertensión y artritis.
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Guadalupe Briceño Zozaya |
“Mis medicamentos cuestan alrededor
de mil pesos al mes y además para médico, entre quinientos y mil pesos”, nos
cuenta. Cosa que ella no puede pagar. Guadalupe es ama de casa, José, su marido,
es taxista. Él no tiene ingresos fijos. La semana pasada ganó mil doscientos
pesos mexicanos (alrededor de 75 euros). Después de pagar la luz le quedaban
solo 200 pesos; eso sólo alcanzará para sobrevivir esa semana. “Muchos
habitantes de Conzumel no tienen seguro medico” nos dice el párroco José Ramón
Gómez Marín. Ciertamente en México hay seguridad social para empleados y burócratas, pero Guadalupe y su familia no
tienen acceso a ella. Un taxista podría asegurarse de forma privada, pero eso
tendría un costo de 4000 pesos por
persona, hecho que para la mayoría es incosteable. La gente aquí vive en
circunstancias muy sencillas. Es verdad que generalmente pueden encontrar
trabajo, pero para el médico no alcanza de ninguna forma” nos explica el padre
José. “Además la infraestructura médica es aquí muy mala. Para la población más
pobre no hay médicos ni hospitales y esta situación se agrava por ser Conzumel
una isla.” Las clínicas de especialidades más cercanas se encuentran hasta
Mérida, lo que significa un viaje de cinco horas, algo inalcanzable para
Guadalupe y José. Para Guadalupe es importante que le brindemos ayuda, ya que
para ella las visitas al médico son casi siempre un lujo que no puede
darse.
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